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DEL AMOR Y OTRAS SUSTANCIAS

Definir al amor puede ser algo complejo. Desde mi perspectiva, el amor es un sentimiento que implica afecto, atracción, cariño e interés por la otra persona, es algo que difícilmente se puede explicar de manera precisa, pero que provoca sensación de bienestar, tranquilidad y felicidad cuando se vive.

No obstante, el amor puede ser diferente para quien lo experimenta. Hay quienes lo definen como una fuerte inclinación emocional hacia una persona o como un éxtasis vertiginoso que brinda momentos de felicidad apasionada, euforia, excitación, risa y satisfacción. También se ha descrito como un sentimiento universal, ya que tanto hombres como mujeres de distintas épocas, sociedades y niveles socioeconómicos han sido seducidos por él. Incluso, ha llegado a ser denominado como un fenómeno mágico y un impulso humano esencial.

Pero ¿en realidad es magia lo que pasa cuando nos enamoramos? Según los expertos no; y de acuerdo a las más recientes investigaciones, el amor es un fenómeno humano con bases biológicas, es un conjunto de reacciones bioquímicas generadas por la secreción de sustancias cerebrales llamadas neurotransmisores, que a su vez están relacionados con el sistema de recompensa de nuestro sistema nervioso central, y que provocan una cascada de cambios emocionales y hormonales que explican nuestro comportamiento durante el enamoramiento.

Sí, todos esos comportamientos y sensaciones que tienes cuando te enamoras tienen una explicación bioquímica, y es que sucede que el cupido moderno no lanza flechas sino feromonas, es decir, sustancias que secretamos en algunas partes del cuerpo: como axilas y entrepierna; y que son responsables de ese olor característico que se denomina aroma (que percibimos a través de nuestro olfato); y éstas son las responsables de la atracción hacia una persona específica.

Una vez que estas sustancias son detectadas por nuestro sistema olfativo, se dispara una señal eléctrica hacia el cerebro que estimula la secreción de un neurotransmisor (sustancia que trasmite información de una neurona a otra) llamado feniletilamina, la cual se produce a tal cantidad que inunda el cerebro de ella, provocando así la secreción de otra sustancia llamada dopamina, la cual es la encargada de generar dicho estado de felicidad y sensación de bienestar que caracteriza a la etapa del enamoramiento. Además, suele desempeñar un papel muy importante en el sistema de recompensa cerebral, ya que estimula la capacidad de desear algo y poder repetir un comportamiento que proporciona placer.

A la par de lo anterior, se secretan otras sustancias como al norepinefrina, responsable de la sensación de mariposas en el estómago, dilatación de las pupilas y aumento de la frecuencia cardiaca; y la serotonina, la cual produce excitación y euforia. El efecto de estas sustancias es lo que hace que estemos todo el tiempo pensando en la persona amada: felices, apasionados y con todos esos comportamientos que seguramente tú has experimentado más de una vez y que te hacen saber que tu atención y tu pensamiento son completamente de la persona que amas.

Cabe mencionar que, aunque éstas son las principales sustancias involucradas en la etapa del enamoramiento, no son las únicas implicadas en lo que se conoce como la química del amor ya que otra de las protagonistas de esta historia es la oxitocina, hormona involucrada en el apego y que se secreta durante el orgasmo, la cual según se sabe, contribuye a estrechar los lazos entre la pareja. Por lo que no resulta sorprendente que, uno de sus efectos lo observemos al darnos cuenta que podemos pasar horas conversando o haciendo el amor con nuestra pareja.

Sin embargo, el enamoramiento no dura para siempre y esta etapa de euforia tiene un límite. Este se presenta cuando el organismo comienza a adaptarse lentamente a los niveles de dopamina y se vuelve resistente a sus efectos, hasta que decae a niveles que provocan fatiga o aburrimiento, ocasionando que la pasión se desvanezca gradualmente. Este periodo de enamoramiento tiene aproximadamente una duración de entre 2 y 3 años, posterior a los cuales se puede presentar una segunda fase del amor denominada apego, que se caracteriza por la presencia de un sentimiento de seguridad y tranquilidad asociado a una nueva ducha química de sustancias denominadas endorfinas y encefalinas, las cuales son moduladores del dolor, temperatura corporal, hambre y funciones reproductivas.

Por ello, en esta segunda etapa pasamos de un amor netamente biológico a otro más profundo; en el que surge el sentimiento de desear que nos amen o que amemos para siempre. Ese amor en el que conjuntamos todas nuestras sensaciones, emociones, expectativas, intereses y, ¿por qué no?, hasta sueños.

Finalmente, el amor es entonces un fenómeno que puede tener su inicio en un proceso bioquímico y cerebral, pero que evoluciona y se mantiene por la influencia y efecto de factores sociales, ambientales, intelectuales y culturales, que se dan entre cada pareja, en el marco de una determinada época y sociedad.

Concluyo así, reafirmando mis primeras palabras en este texto, el amor es algo muy complejo de explicar y aún con todo lo ya descrito podría no tener la definición exacta de lo que significa amar. Por lo que creo que al amor más que buscarle explicación, causa u origen, hay que vivirlo de la mejor manera y disfrutarlo a cada momento.

 

Norma Hernández / Sex

Creyente del amor y amante del romanticismo. Fiel a sus ideales, buscadora constante de la alegría y la superación. Enemiga de la injusticia humana y discriminación. Por ende, lucha constantemente por el respeto y la valoración de las personas por su naturaleza humana y no por el estatus social. Su intención: Colaborar en la visibilización y promoción de la educación y salud sexual, para favorecer una vida plena.

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